Sigmund Freud

Neurociencias y problemas de aprendizaje

Neurociencias y problemas de aprendizaje


Una de las primeras explicaciones de los problemas de aprendizaje fue la disfunción cerebral mínima. Ahora sabemos que existen muchos otros factores implicados en los problemas de aprendizaje que enfrentan los niños, aunque ciertas lesiones o enfermedades del cerebro pueden causar discapacidades en el lenguaje, la comprensión de las matemáticas, la atención y la conducta. Además, existe cierta evidencia de que las intervenciones de enseñanza intensiva pueden provocar cambios en el funcionamiento cerebral (Simos et al., 2007).

Estudios realizados en el cerebro de estudiantes con problemas de aprendizaje y con trastornos por déficit de atención revelan algunas diferencias en la estructura y la actividad, comparados con los de estudiantes que no presentan tales problemas. Por ejemplo, las personas con trastornos de atención podrían tener áreas del cerebro más pequeñas. El flujo sanguíneo parece ser menor de lo normal en el cerebelo y en los lóbulos frontales, y los niveles de actividad eléctrica son diferentes en ciertas áreas del cerebro en comparación con personas que no presentan déficit de atención (Barkley, 2006). Las implicaciones de estas diferencias cerebrales para la instrucción aún se están determinando, pero en las siguientes décadas sin duda habrá un progreso en ese sentido. Aún así, es difícil determinar con exactitud qué ocurre primero, los problemas de aprendizaje o las diferencias cerebrales (Friend, 2008). Gran parte de la investigación acerca de los problemas de aprendizaje se ha enfocado en la memoria de trabajo (que se estudia en el capítulo 7), ya que la capacidad de la memoria de trabajo sirve para predecir una gama de capacidades cognoscitivas, incluyendo la comprensión del lenguaje, las habilidades de lectura y matemáticas, así como la inteligencia fluida (Bayliss, Jarrold, Baddeley, Gunn y Leigh, 2005).

Asimismo, las investigaciones indican que los niños que tienen problemas de aprendizaje en la lectura y la resolución de problemas matemáticos presentan muchas dificultades con la memoria de trabajo (Siegel, 2003; Swanson y Saez, 2003). En específico, algunos estudios revelan que los niños con problemas de aprendizaje tienen problemas para utilizar el sistema de la memoria de trabajo que guarda información verbal y auditiva mientras se trabaja con ésta. Como los niños con problemas de aprendizaje tienen problemas para recordar palabras y sonidos, se les dificulta unir las palabras para comprender el significado de una oración o para entender lo que un problema de matemáticas realmente está planteando.

Un problema que quizá sea más grave es la dificultad para recuperar la información necesaria de la memoria de largo plazo, por lo que estos niños no pueden retener información (por ejemplo, el resultado de las primeras dos cifras multiplicadas en un problema de álgebra) si al mismo tiempo tienen que transformar la información nueva que reciben, como los siguientes números que se deben sumar. Partes importantes de información se van perdiendo. Por último, los niños con problemas de aprendizaje en aritmética y en la resolución de problemas parecen tener dificultades para guardar información visoespacial, como filas de números o comparaciones de cantidades en la memoria de trabajo, por lo que la creación de representaciones mentales en el caso de problemas que requieren el uso de los conceptos “menor que” y “mayor que” es un verdadero desafío (D’Amico y Guarnera, 2005).

Como observó en la tabla 4.4 de la página 125, casi la mitad de los alumnos que reciben algún tipo de servicio de educación especial en las escuelas públicas están diagnosticados con problemas de aprendizaje (por mucho, la categoría más grande de estudiantes con discapacidades). Iniciaremos nuestra exploración de las discapacidades con estos estudiantes.




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